El huracán Otis arrasa la turística costa de Acapulco

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El huracán Otis, de categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, ha dejado una estela de destrucción a su paso por la costa de Guerrero, en el litoral del Pacífico mexicano, dejando a 27 muertos, cuatro desaparecidos y a más de un millón de personas incomunicadas entre las ciudades de Acapulco y Tecpan de Galeana. El temporal tocó tierra a las 00.45 del martes con rachas de viento de 330 km/h, lluvias torrenciales y olas de hasta 10 metros de altura que sobrepasaron las previsiones del Servicio Meteorológico Nacional (que había previsto su magnitud como ‘categoría 1′), así como la capacidad de reacción de los servicios de emergencia y la población local. Después de varias horas sin posibilidad de comunicarse con el exterior, las imágenes de la devastación han empezado a llegar con cuentagotas a través de redes sociales, desvelando la verdadera dimensión de la tragedia.

El número de víctimas por el paso de Otis todavía es una incógnita. Oficialmente no hay ninguna, pero los servicios de rescate todavía no han logrado ingresar a las comunidades más afectadas, cuyas carreteras han quedado bloqueadas por inundaciones, deslaves y la caída de árboles. La peor parte se la ha llevado Acapulco, la que fuera meca turística’ del país durante las décadas de los 70 y 80, venida ahora a menos por culpa de la violencia, ha amanecido completamente devastada. Sus principales vías están bloqueadas por la caída de palmeras, postes de electricidad, semáforos y escombros y la mayoría de sus comercios y locales ubicados en primera línea de playa han quedado arrasados. La ciudad tiene 250 hoteles con una capacidad de 20.000 habitaciones y, según la Federación Mexicana de Asociaciones Turísticas, actualmente hay alrededor de 100.000 turistas atrapados en ellos, un 95% de los cuales son nacionales.

Según se observa en imágenes difundidas en redes sociales, el Hotel Princess, uno de los más populares y exclusivos de la ciudad, ha sufrido graves daños. El temporal ha arrastrado hasta el lobby varios vehículos, mobiliario y escombros. Sus responsables han confirmado que los daños afectan al 80% de la infraestructura del hotel. Otra de las imágenes icónicas de este desastre se ha registrado en el centro comercial Galerías Diana’, ubicado en segunda línea de playa, al que las fuertes rachas de viento han arrancado de cuajo las paredes y el techo. El puerto de la ciudad también ha sufrido muchos destrozos, con multitud de embarcaciones dañadas y fuera del agua. El balance de daños provocado por Otis en el estado de Guerrero todavía es incierto, pero las imágenes que llegan desde Acapulco invitan a pensar que serán multimillonarias y tardarán mucho tiempo en repararse.

La Autopista del Sol, como se conoce a la popular vía que comunica la Ciudad de México y Acapulco y que cada fin de semana utilizan miles de capitalinos para ir a la playa, ha quedado interrumpida al tráfico en el kilómetro 360 por la caída de rocas y tierra. El propio presidente del país, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha tenido que dar marcha atrás en este punto, cuando intentaba llegar a la zona del desastre en coche, a pesar de los reiterados llamados de las autoridades a la población local a evitarlo. En un vídeo difundido por Central de Noticias MX, se observa a AMLO hablando con varios operarios que le advierten que la vía tardará al menos un día más en ser despejada.

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Ante la imposibilidad de llegar en avión por culpa de las inundaciones, el presidente mexicano sigue tratando de llegar por tierra a Acapulco utilizando vías secundarias. Le acompaña su Gabinete de Seguridad, integrado por los secretarios de la Defensa Nacional, Marina y Seguridad y Protección Ciudadana, así como el comandante de la Guardia Nacional y la coordinadora nacional de Protección Civil. El vehículo militar en el que viajaban se ha quedado atrapado en el fango a la altura del kilómetro 39, obligando al presidente mexicano a caminar a pie por el barro para cambiar de vehículo. Mientras López Obrador sigue esquivando obstáculos para llegar a Acapulco, el Gobierno ha activado el plan de auxilio por desastres naturales, conocido como Plan DN-III-E, y ha desplegado al Ejército en las zonas afectadas.

En un lapso de dos horas, mientras amenazaba con ingresar en la costa de Acapulco como huracán de categoría 1, Otis se transformó en un fenómeno destructor de categoría 5, un crecimiento sin precedentes que sorprendió a los expertos. Actualmente, ya se ha confirmado como el huracán más fuerte que ha tocado tierra en el Pacífico mexicano desde que se tienen registros. Tras haber barrido la costa de Guerrero durante el día de ayer, actualmente se ha degradado a ciclón tropical mientras sigue avanzando hacia el interior del país. Según el Servicio Meteorológico Nacional, el temporal dejará lluvias torrenciales y vientos de 75 km/h por los estados de Michoacán, Puebla, Morelos, Oaxaca y el Estado de México, aledaño a la capital del país. En espera de conocer el balance final de daños y víctimas, a medida que los servicios de rescate logren llegar a las zonas más afectadas, las imágenes devastadoras que ya están trascendiendo dan buena cuenta de la dimensión de la tragedia.

Fuente:elmundo.es