Dirección de la Escuela Especial celebra el éxito con que se desarrolla el año escolar.

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Por Mayra Mercedes Suárez.
Juigalpa-Chontales.
Sonrisas y entusiasmo se ve en las aulas de la Escuela Especial de Juigalpa, donde una buena cantidad de niños, adolescentes y jóvenes con discapacidad reciben formación básica o talleres diseñados para desarrollar sus habilidades; su directora profesora Ligia Salazar, confirma que la inauguración fue un éxito y los estudiantes están bien integrados.

De acuerdo a la profesora Ligia, año con año se amplían los programas y metodologías para este sector que busca la inserción social, laboral y sobre todo una oportuna educación con el fin de mejorar la calidad de vida, de ellos y sus familias. Cada minuto es importante, por eso no están perdiendo tiempo en las aulas de clases.

“Para mayor eficacia los hemos dividido según el tipo de discapacidad, una maestra no puede tener un gran número de estudiantes porque no podría atenderlos correctamente, asimismo el programa involucra mucho a los padres de familia, el aprendizaje lleva una secuencia en sus hogares”, complementó Salazar.

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Esta funcionaria recordó que también tienen un programa que consiste en la atención temprana de infantes; van hasta sus hogares y luego de un diagnóstico, trabajan ciertas áreas de tal manera que el crecimiento sea más acelerado y se eviten ciertas dificultades al iniciar la vida escolar.

La directora de la Escuela Especial, también hizo referencia en varias planes que influyen la buena andanza del año lectivo, por ejemplo la seguridad y la respuesta rápida ante emergencias, pues aunque no existan riesgos visibles en las instalaciones, evacuar a estudiantes con discapacidad requiere doble reto.

“Se actualizarán comisiones de padres de familia y de estudiantes, ya estamos elaborando actividades prácticas, eso nos permite enseñarles de forma visual cómo actuar en momentos de emergencia”, apuntó.