Dirección de la Escuela Ernesto Che Guevara les garantiza a sus alumnos preparación integral.

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Por Mayra Mercedes Suárez.
Juigalpa-Chontales.
En busca de excelente desarrollo académico de aproximadamente 400 alumnos y velando por su bienestar integral, se encuentra la dirección y docentes de la Escuela Che Guevara, un pequeño centro que poco a poco ha ido superando las dificultades que les causa ubicarse en la periferia de la ciudad.

El subdirector Apolinar Quiroz admite que el barrio en el que se localiza la escuela (el cual lleva el mismo nombre), es considerado como zona roja de la ciudad pues ciertamente han tenido que trabajar en contra de la delincuencia, la educación, la salud pública y el trabajo infantil justificado por la pobreza.

En este sentido Quiroz menciona que desde que asumieron el reto mantienen constante comunicación con Asuntos Juveniles de la Policía, acercamiento con el líder del barrio y padres de familias a quienes le deben la sensibilización a jóvenes que se ubicaban en las cercanías de la escuela ingiriendo alcohol.

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“El trabajo infantil, gracias a Dios no impacta mucho en Juigalpa, sin embargo hace unos años teníamos matrículas muy bajas porque los pequeños estaban ayudando a sus padres en el centro de la ciudad a vender, teníamos casos de adolescente a cargo de bebés porque sus padres trabajaban, con perseverancia eso se ha disminuido en un 90%”, afirmó el subdirector.

Reafirma que no puede esconder que hay muchas familias de escasos recursos en el Che Guevara, pero los adolescentes o jóvenes que trabajan lo hacen en horarios alternativos a las clases, de igual madera dice que los padres ya conocen la importancia de respetar su crecimiento académico.

“Existe el riesgo de que los padres de familia se van a trabajar y dejan a sus hijos solos, ya les hicimos ver que necesitan de la compañía de un familiar o tutor responsable, que vigile lo que hacen y así evitar desvíen su camino”, finalizó.